Antes de adentrarnos en los cuidados paliativos que se
prestan a los pacientes que sufren esta enfermedad, es necesario conocer sus
síntomas y su forma de transmisión.
El denominado COVID-19 se trata de una enfermedad
infecciosa causada por el virus Sars-CoV-2.
Síntomas;
Sus síntomas se asemejan a los de la gripe, entre los
que destacan la fiebre y tos, la disnea, la mialgia y la fatiga. No obstante,
se pueden llegar a desarrollar patologías muy graves como neumonías, síndromes
de dificultad respiratoria aguda, sepsis y choques sépticos. Presenta una
mortalidad del 3.75% de los infectados (según la OMS). No existe tratamiento
específico; las medidas terapéuticas principales consisten en aliviar los
síntomas y mantener las funciones vitales. Es por ello que los cuidados
paliativos juegan un papel muy importante en el desenlace de esta enfermedad.
Transmisión;
La transmisión de este virus se lleva a cabo mediante
micro gotas de Flugge, pequeñas gotas de secreciones
(saliva, mocos) que se expulsan de forma inadvertida por la boca y la nariz al
realizar funciones tan comunes como pueden ser hablar, estornudar, toser o
espirar. Son expulsadas por un portador, con o sin síntomas, y son captadas por
otro individuo, ya sea de forma directa o indirecta. El contagio ocurre por
medio de su inhalación o por su depósito sobre los objetos y superficies que
rodean al emisor, siendo captados por otros individuos que lo recogen del
ambiente contaminado.
CUIDADOS PALIATIVOS
La enfermedad COVID-19 ha provocado
notables pérdidas en los sistemas de salud, además de generar numerosas
dificultades para las familias, países y economías. Es sabido por todos que la
aparición de este virus ha ocasionado una crisis económica, social, y
principalmente sanitaria debido a la falta de recursos, personal y
conocimientos.
Durante esta pandemia mundial ha aumentado
sustancialmente la solicitud y demanda de ayuda, principalmente del acceso a
cuidados paliativos esenciales. Este tipo de cuidados deben de estar siempre disponibles
para los pacientes que los requieran, principalmente para aquellos sin acceso a
ventiladores y/o a unidades de cuidados intensivos. Se deben incluir
medicamentos para el manejo de los síntomas y para el proceso de sedación en
caso de síntomas refractarios.
La atención integral paliativa es realizada por medio de la valoración consensuada por parte del médico, enfermero, psicólogo y trabajador social, según las prestaciones por nivel de atención en domicilio y/o establecimientos de salud.
Intervenciones que debe desarrollar el equipo de cuidados paliativos a nivel hospitalario en pacientes de COVID-19.
· Asegurar la comunicación con las familias, métodos de
mitigación del sufrimiento, aseguramiento del confort y previsión de las áreas
de derivación del paciente.
·
Adecuar espacios para pacientes con corta expectativa
de vida.
·
Uso de la telemedicina, evitando contagios
innecesarios de personal sanitario.
· Uso racional de elementos escasos, priorizando éstos para la asistencia de pacientes graves.
·
Mantener a los familiares informados acerca del estado
del enfermo.
· Identificar las necesidades específicas
de los enfermos relacionadas con cuestiones funerarias. Se debe colaborar con Trabajo Social.
·
Apoyar al cuidador en los trámites funerarios
(retirada del cuerpo, apoyo psicológico, etc).
· Tras el fallecimiento coordinar con el equipo de cuidados
paliativos el seguimiento telefónico de los cuidadores y/o familiares.
Manejo NO farmacológico de cuidados paliativos de los
síntomas más comunes en un paciente con infección por COVID-19.
El personal sanitario debe;
· Proporcionar apoyo psicosocial y entrenamiento respiratorio para
disminuir la disnea, la ansiedad y el malestar general.
·
Enseñar técnicas de respiración controlada por medio
de posicionamiento, respiración con labios fruncidos, etc.
·
El delirio de los pacientes debe ser tratado por el
personal, a través de una evaluación de los mismos usando instrumentos de
cribado rápido que pueda ser aplicado por el personal sanitario. Posteriormente
se debe ayudar a gestionar la causa detonante del delirio.
·
Garantizar una comunicación y una orientación
efectivas, además de proporcionar tranquilidad a aquellos pacientes
delirantes.
· Garantizar una adecuada iluminación y evitar a
toda costa la movilización de los pacientes.
·
Reconducir al paciente evitando inicialmente las
contenciones físicas.
· Tratar la ansiedad, síntoma potencialmente
secundario a la disnea, al aislamiento, a la soledad, y al miedo a la
muerte.
· Recurrir al uso de tratamientos farmacológicos en casos
graves.
·
Asegurar el confort del paciente.
· Se deben considerar tratamientos complementarios al tratamiento
estándar, como pueden ser ejercicios de relajación y/o interconsulta con salud
mental.
¡Aquí os dejamos una infografía resumiendo toda la información explicada previamente!