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lunes, 30 de noviembre de 2020

Bienvenid@s al blog

 Queremos daros la bienvenida al blog de Enfermería en paliativos. En nuestro blog encontraréis información sobre los cuidados paliativos, una rama de la enfermería no muy conocida y bastante curiosa. 

Si os va gustando lo que vamos subiendo, no dudéis en seguirnos y compartirnos a vuestros círculos más cercanos. Estamos abiertas a todo tipo de comentarios y sugerencias para mejorar el contenido. 

¡Esperamos que os guste!


lunes, 23 de noviembre de 2020

Definición y diagnóstico

Los cuidados paliativos consisten en un tratamiento integral para el cuidado de las molestias, los síntomas y el estrés de toda enfermedad grave. No significa que reemplacen el tratamiento primario, sino que contribuyen con él, tratando de evitar y/o aliviar su sufrimiento del paciente. 

 Que exista un envejecimiento poblacional y que se haya producido un aumento de casos de personas con enfermedades crónicas, enfermedades degenerativas y de tipo tumoral tiene como consecuencia que todas estas personas padezcan un sufrimiento intenso y que, por lo tanto, necesiten de este tipo de atención sanitaria-social. 

 Los cuidados paliativos, de igual modo, mejoran la calidad de vida de los pacientes (y, en consecuencia, de sus familias) cuando afrontan problemas disfuncionales de tipo físico, psicológico o social inherentes a una enfermedad potencialmente mortal. Se centra en el cuidado de pacientes terminales ayudándoles en su proceso de morir, ya lo define la OMS como: «el enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento, por medio de la identificación temprana y la impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas físicos, psicosociales y espirituales».

  No obstante, los cuidados paliativos no implican necesariamente que el paciente esté muriendo; tienen como objetivo tratar síntomas, principalmente el dolor, y además, tratar patologías como la dificultad respiratoria, las náuseas, y un largo etcétera. 

Una media de 40 millones de personas necesitan cuidados paliativos de forma internacional. Sin embargo, sólo un 14% de dichas personas reciben cuidados paliativos adaptados a sus necesidades en la actualidad. La creciente carga que representan las enfermedades no transmisibles y el envejecimiento de la población son ejemplos de factores que seguirán aumentando la necesidad de estos cuidados. 

DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA
Los principales diagnósticos de enfermería que presenta el paciente paliativo son los siguientes:

• Riesgo de manejo ineficaz del régimen terapéutico personal. 
• No cumplir del tratamiento.
• Alteración de la nutrición, generalmente por defecto y no por exceso. 
• Alteraciones en la mucosa oral. 
• Deterioro de la integridad cutánea. 
• Incontinencia urinaria. 
• Estreñimiento. 
• Dificultad de la movilidad física. 
• Alteraciones en el patrón respiratorio. 
• Carencia de actividades recreativas. 
• Variación del patrón del sueño. 
• Confusión aguda, dolor, desesperanza, temor, sufrimiento espiritual... 
• Afrontamiento individual y/o familiar inefectivo. 
• Duelo anticipado y duelo disfuncional.


BIBLIOGRAFÍA:

lunes, 16 de noviembre de 2020

Cuidados paliativos en el enfermo oncológico

Los cuidados paliativos son muy comunes en los enfermos de cáncer. Este tipo de cuidados suele confundirse con los cuidados al final de la vida. 

La diferencia fundamental entre ambos cuidados se basa en que los paliativos pueden iniciarse en cualquier momento del tratamiento, pretenden ayudar a los pacientes y a sus familiares en la transición del tratamiento y tratan de controlar la enfermedad para su posterior curación. 
En cambio, los cuidados al final de la vida comienzan cuando el tratamiento curativo deja de ser el objetivo de atención, y tienen como fin mejorar su calidad de vida, prepararlos para superar los cambios físicos que se avecinan y proveer apoyo a los familiares. 

La enfermería paliativa en el enfermo de cáncer, concretamente en el anciano, debe ofrecer los siguientes cuidados, en función de la patología a la que nos enfrentemos. 

Los pacientes de avanzada edad presentan un número similar de síntomas que un adulto joven, aunque se registran mayores síntomas en cuanto a la inmovilidad, las alteraciones de la piel, el estreñimiento, la incontinencia urinaria, los trastornos del sueño y los cuadros confusionales (alteración del nivel de conciencia y de la atención). 

La comunicación con el paciente enfermo debe llevarse a cabo por medio de un lenguaje sencillo y simple, y debemos tener en cuenta que; 
- Recuerdan lo que primero se les dice, no lo último. 
- Son propensos a olvidar información si se la damos en grandes cantidades. 
- La comunicación no verbal es fundamental al presentar alteraciones sensoriales. 

Algunas de las alteraciones físicas más comunes entre los enfermos oncológicos son las siguientes. 

ALTERACIONES DE LA MOVILIDAD 

La inmovilidad y la inactividad son características comunes en la etapa de la vejez. Es por ello que el anciano de cáncer presenta una clara tendencia a necesitar ayuda a la hora de desplazarse o moverse. El plan de cuidados de enfermería se planifica en función del grado de inmovilidad del paciente, teniendo como objetivo adaptarlos a la nueva situación y evitar la aparición de nuevas complicaciones, como son las úlceras por presión. 

- Si puede moverse por sí solo, la comunidad enfermera debe animarle a desplazarse y movilizarse. 
- Si no puede moverse por sí solo, debemos proporcionarle medidas de apoyo como sillas de ruedas o andadores para facilitar su desplazamiento. Es posible que necesiten de la ayuda de una segunda persona, en ese caso tratamos de movilizarlo con suavidad y lentitud, transmitiendo firmeza y seguridad. 
- Si el paciente está inmovilizado, tratamos de posicionarle de la manera más adecuada posible, se realizan los cambios posturales pertinentes, se valora el estado de la piel para evitar la aparición de úlceras por presión, etc. 

ALTERACIONES DE LA INTEGRIDAD CUTÁNEA 

Presentan un gran riesgo de sufrir lesiones en la piel causadas por diversos factores, como pueden ser la deshidratación o la poca movilidad. Las medidas de prevención más efectivas son las siguientes. Es recomendable la utilización de jabones de pH neutro para la higiene diaria, la hidratación de la piel y la protección de las zonas de riesgo como puede ser la zona sacra. En el caso de que igualmente se originen lesiones cutáneas, se utilizan las siguientes estrategias en función del grado de gravedad. 

- Las úlceras que alcanzan el hueso son imposibles de curar en pacientes debilitados. Nuestro deber es aliviar su dolor y aumentar su comodidad lo máximo posible. 
- La curación de úlceras de menos de 0.5 cm son posibles de curar si les proporcionamos una nutrición adecuada. 
- Las úlceras profundas pueden curarse por medio de un alivio de presión de la zona local y una mejora en su estado nutricional. 

ESTREÑIMIENTO 

Un gran porcentaje de pacientes encamados con una elevada debilidad padecen estreñimiento. No siempre se puede actuar sobre las causas que lo producen, por lo que nuestro objetivo es proporcionar al enfermo la máxima comodidad y prevenir que se acaben formando fecalomas (acumulaciones de heces en recto y/o colon). 

Nuestro papel como enfermera debe; 

- Revisar diariamente la frecuencia y aspecto de las heces. 
- Seguir el tratamiento de laxantes prescrito. 
- Estimular la ingesta de líquidos 
- Desaconsejar el consumo de dietas de alto contenido en fibra (ya que aumenta el tamaño del bolo fecal y complica su expulsión) 
- Responder al deseo de evacuación. 
- Favorecer la intimidad, fomentando si se puede el uso del retrete. 
- Uso de supositorios de glicerina o cánulas de citrato sódico si es necesario. 
- Administración de un enema de limpieza, si los supositorios previamente nombrados no funcionan.

INCONTINENCIA URINARIA 

La incontinencia urinaria es otro de los síntomas más frecuente en personas de avanzada edad. En este caso el papel de la enfermera tiene como objetivo prevenir alteraciones en la piel, mantener al enfermo limpio y seco el máximo tiempo posible y reforzar el bienestar mental del enfermo. 
Los cuidados de enfermería requeridos serán los siguientes. 

- Realizar higiene perineal secando la zona y prestando especial atención a los pliegues cutáneos 
- No usar productos irritantes en el aseo del paciente 
- Utilizar cremas hidratantes 
- Utilizar pomada protectora en el sacro y glúteos si existe riesgo de maceración (ablandamiento) 
- Ofrecer la cuña o ir al servicio periódicamente 
- Colocar absorbentes y/o pañales y cambiarlos siempre que sea necesario 
- Reducir el consumo de líquidos a partir de la merienda si el enfermo presenta nicturia (necesidad de orinar durante la noche) 
- Evitar la sedación excesiva y la toma de diuréticos en la cena 
- No realizar sondaje vesical salvo si existe retención urinaria 

El papel de la enfermera es fundamental en este tipo de cuidados. Se encarga de otras muchas alteraciones del enfermo paliativo oncológico, tanto en sentido emocional como en sentido físico.

Aquí os dejamos un breve vídeo sobre el mundo enfermero en los cuidados paliativos del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) y la relación enfermera-paciente que se crea. 





BIBLIOGRAFÍA:

lunes, 9 de noviembre de 2020

El SIDA y los cuidados paliativos

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (comúnmente conocido como SIDA) es una enfermedad humana causada por la infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

El SIDA es una enfermedad en la cual, tras una infección inicial, progresa hacia el fallo del sistema inmune, provocando la aparición de infecciones y cánceres potencialmente mortales. Afectan principalmente a los linfocitos T, concretamente el grupo CD4+ cuyo papel es establecer y maximizar las capacidades defensivas del sistema inmunitario. Tras una fase aguda primaria, el VIH sobrecarga con esfuerzo a los órganos linfoides, provocando una severa reducción en la producción de estos linfocitos. Como consecuencia, el sistema inmune queda debilitado en términos de defensa, siendo propicio a ser infectado por bacterias, hongos, protistas u otros virus.

Esta enfermedad presenta varias dificultades, como pueden ser una evolución impredecible del paciente (con grandes probabilidades de complicaciones), la discriminación que sufren por parte de la sociedad, o la presión de carga sobre los agentes de la salud.

En este tipo de enfermedades también se utilizan los cuidados paliativos, debido al alto grado de gravedad de los síntomas en ciertos pacientes con SIDA. Se ha comprobado que alivian el intenso sufrimiento de estos pacientes y de sus familiares. Tienen como fin los siguientes objetivos (entre otros);

-        Alivio del dolor.

-        Tratamiento de síntomas como las náuseas, la debilidad o la fatiga

-        Apoyo psicológico y apoyo espiritual

-        Ayuda en la preparación para la muerte (en aquellos casos terminales)

-        Apoyo a las familias y respaldo psicológico

-        Control de la infección

La evolución de esta enfermedad es muy variable, dado que hay tanto pacientes que no poseen síntomas graves durante largos períodos de tiempo como pacientes que experimentan períodos de dolencias agudas o complicaciones frecuentes. Los cuidados paliativos que se prestan a dichos pacientes procuran encontrar el equilibrio entre el tratamiento agudo y el control de los síntomas y enfermedades crónicas.

Etapas tras el diagnóstico del SIDA.

El paciente diagnosticado de SIDA atraviesa las siguientes etapas durante su enfermedad:

  1. Etapa temprana; los pacientes presentan una buena respuesta a la terapia activa con antivirales y antibióticos, con la capacidad de recuperar las actividades cotidianas.
  2. Etapa progresiva; está determinada por la repetición de una serie de infecciones oportunistas. Durante esta fase la terapia activa producirá alguna mejoría en la salud del paciente, pero con una mayor repercusión en las reacciones indeseables. El paciente puede realizar su actividad de forma parcial, siempre y cuando no requiera mucho esfuerzo físico.
  3. Etapa o fase avanzada; en la que las infecciones son más constantes, con la fatiga y la debilidad como síntomas principales. Son frecuentes las manifestaciones neurológicas como la demencia. Los tratamientos específicos dejan de ser lo suficientemente útiles y es necesario la utilización de una terapia sintomática.
  4. Etapa terminal; los cuidados van dirigidos a proporcionar el mayor confort posible hasta el momento de su muerte. Los síntomas más comunes en esta etapa son;

-        Micosis (infecciones causadas por hongos)

-        Disfagia (dificultad para comer)

-        Anorexia, pérdida de peso y anemia

-        Cefaleas

-        Vómitos y náuseas

-        Tos y disnea (dificultad respiratoria)

-        Ansiedad y depresión

 

Dolor.

El dolor que sufren los pacientes de SIDA no es permanente sino temporal (a diferencia de los pacientes con cáncer), y está asociado a infecciones. Estas infecciones se tratan enérgicamente, tratando de que el dolor disminuya. Es común que existan varias fuentes del dolor, por lo que deben diagnosticarse todas ellas para que puedan ser tratadas.

No obstante, el dolor no es sólo físico; el dolor psicológico y el miedo a morir son formas de dolor muy presentes en estos pacientes. El apoyo enfermero en estos casos es tan importante como el tratamiento del dolor físico.

   

Náuseas, vómitos, anorexia y pérdida de peso.

Las náuseas y los vómitos pueden ser provocados por;

  • El tratamiento.
  • Infecciones en el sistema nervioso central; se utilizan dosis pequeñas de fármacos antidopaminérgicos para paliarlas.
  • Infecciones gastrointestinales; los tratamientos antifúngicos mejoran considerablemente la disfagia 

Los pacientes en fase avanzada pueden sufrir pérdidas de peso importantes, incluyendo la pérdida de masa muscular. Se pueden utilizar antieméticos, estimulantes del apetito o tratamientos para la diarrea para frenar dichas pérdidas, mas aunque pueden tener algunos efectos beneficiosos, el pronóstico también puede ser malo.

  3. Tos y dificultad respiratoria.

En la mayoría de los países, la tuberculosis se relaciona directamente con la infección por el VIH ya que puede presentarse en cualquier fase de la infección por el debilitamiento del sistema inmune. Cualquier tos que persista durante más de tres semanas después de un tratamiento con antibiótico debería ser estudiada para descartar la infección por tuberculosis. Otras causas de la tos que deberían tenerse en cuenta son las neumonías bacterianas y fúngicas.

  4. Malestar, debilidad y fatiga.

La fatiga, la falta de energía y el malestar son síntomas muy comunes en estos pacientes. Entre el 40 y el 50% de los enfermos en etapa avanzada califican la fatiga como síntoma doloroso. La fatiga se puede asociar a los siguientes signos;

  •        Anemia y malnutrición
  •        Efectos directos del virus en los sistemas nervioso central y muscular.
  •       Infecciones secundarias y tumores
  •        Efectos adversos del tratamiento
  •        Dolor crónico, insomnio y depresión


5.        Trastornos cerebrales.

El trastorno cerebral asociado al VIH (con frecuencia llamado demencia) es una afección importante de las etapas tardías de la enfermedad.  Hasta un 15% de las personas que están en la etapa avanzada desarrollan dicho trastorno cerebral.

Los trastornos cerebrales asociados al VIH se caracterizan por anomalías en las funciones motrices y cognitivas que consisten en la disminución de la actividad psicomotora. Los primeros síntomas incluyen;

-        Apatía

-        Falta de concentración

-        Cambios de humor

-        Trastornos de memoria

Entre los síntomas posteriores pueden provocar los siguientes síntomas;

-        Desinhibición

-        Agitación

-        Falta de sueño

En las últimas etapas se puede producir;

-        Demencia global

-        Parálisis

-        Incontinencia          

Cuidados. 

Estar a cargo de un paciente de VIH puede llegar a ser una tarea compleja y desmotivadora. Es vital invertir mucho tiempo en sus cuidados, más aún si no dispone de su movilidad total o está encamado. En estos casos requieren atención constante. La comunidad enfermera deberá;

-        Cambiarle de postura para evitar úlceras por decúbito

-        Ayudarle a ir al servicio o a usar bacinillas de cama

-        Lavarlo y mantenerlo fresco, humedeciendo la piel con una toalla mojada

-        Asearlo y limpiar las sábanas en caso de incontinencias

-        Alimentar al paciente    

-        Proporcionar compañía al paciente cuando se siente solo, ansioso o asustado

-        Ayudarle a tomar los medicamentos

-        Limpiar y vendar las llagas y las úlceras

En muchos casos, las familias de pacientes con SIDA deben aprender el manejo de estos cuidados para poder prestárselos una vez en casa. El apoyo enfermero es fundamental para su explicación, proporcionándoles seguridad y compañía.


BIBLIOGRAFÍA:

lunes, 2 de noviembre de 2020

Cuidados paliativos en la demencia

Se ha demostrado que los cuidados paliativos no se aplican únicamente en pacientes oncológicos como se cree convencionalmente, sino que están presentes en numerosos enfermos con diversas patologías de larga duración.

La demencia es un ejemplo más en la que se emplean los cuidados paliativos. 

La demencia consiste en la pérdida progresiva de las funciones cognitivas del paciente, como pueden ser la memoria, el aprendizaje, el razonamiento, la atención, la toma de decisiones, los sentimientos, etc. Esta pérdida se debe a daños o desórdenes cerebrales (muerte de neuronas, atrofia cerebral). Podemos encontrar demencias primarias irreversibles y progresivas, como el Alzheimer o la Enfermedad de Pick, y demencias secundarias tratables causadas por causas externas al metabolismo neuronal, como la hidrocefalia normotensiva. 

Aquellos pacientes con demencia que presentan los síntomas ya nombrados en las anteriores entradas, (el deterioro físico, la inmovilidad, la incontinencia, el deterioro del lenguaje y problemas de alimentación, entre otros) se considera que presentan una fase avanzada de la enfermedad del Alzheimer.

Es ya sabido que los tratamientos farmacológicos actuales que existen para el trato de esta patología tienen una indicación y efectividad limitada. En el momento en el cual la prolongación de la vida de estos enfermos tenga como consecuencia efectos secundarios notablemente negativos (como pueden ser el sufrimiento físico o la incapacidad total) el objetivo se modifica para solamente centrarse en aliviar los síntomas y dar apoyo al paciente y la familia. 

La aplicación de los tratamientos paliativos en personas con demencia presenta dificultades que no habían surgido previamente. 

El principal problema suele ser la limitación en el empleo del lenguaje hablado, ya que ha desaparecido o se limita a pocas palabras y/o sonidos. Debemos interpretar el lenguaje no verbal mediante gestos, la postura corporal, el contacto físico, etc. Es fundamental utilizar tonos suaves, no chillar, pronunciar marcadamente, proporcionar información sencilla de entender, sonreír, e incluso hacerles dibujos si su estado es avanzado. 

Otra diferencia importante en los pacientes con demencia es la escasa predicción con respecto al momento de su muerte, y la percepción de gravedad es distinta a la del paciente oncológico y como consecuencia, también es diferente la actitud ante el duelo.

La comunidad enfermera, en este caso, no pretende llevar a cabo una simple decisión clínica concreta, sino que se enfoca en los medios y fines asistenciales con respecto a las necesidades de nuestros pacientes. 

En definitiva, hay que volver a las raíces clásicas de la medicina humanista: curar a veces, aliviar a menudo, acompañar siempre.
 
Aquí os dejamos una pequeña presentación sobre los cuidados paliativos en personas con demencia:

                                   

lunes, 26 de octubre de 2020

Cuidados paliativos en pacientes con parkinson

La enfermedad de Parkinson consiste en un trastorno progresivo del propio sistema nervioso que puede  llegar a provocar problemas para tragar, moverse y bastante dolor.

Normalmente suele iniciarse con 60 años. Sin embargo, entre el 5% y 10% de las personas con enfermedad de Parkinson contraen una enfermedad de “inicio temprano” que empieza antes de los 50. Por otro lado, aunque se asocie siempre el Parkinson a gente anciana, existe un tipo de Parkinson, el Parkinson juvenil, que aparece antes de los 21 años  y se trata de un caso excepcional. Normalmente suele surgir por causa genética, y no es muy común, supone el 0,25% de las personas que padecen la enfermedad de Parkinson.

En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, puede que tus brazos no se balanceen cuando caminas y que, incluso el habla se vuelva incomprensible.

Los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson son distintos para cada persona. De primeras, los primeros signos pueden ser leves y pasar desapercibidos, pero con el tiempo aumentan a medida que esta progresa con el tiempo. Se incluyen los siguientes:

  • Temblores. Generalmente esto comienza en una extremidad, normalmente en la mano o los dedos.
  • Lentitud en los movimientos (bradicinesia). Esto hace que las tareas simples sean difíciles y tardes más en hacerlas.
  • Rigidez muscular. La rigidez muscular puede ocurrirte en cualquier zona del cuerpo. Este signo puede ser bastantes dolorosos e incluso limitan tu amplitud de movimiento.
  • Alteración de la postura y el equilibrio. Tu postura puede volverse encorvada y además,  puedes llegar a tener problemas en el equilibrio.
  • Pérdida de los movimientos automáticos. Es muy posible que se reduzca la capacidad para realizar movimientos involuntarios, como parpadear o sonreír.
  • Cambios en el habla. Comienzas a hablar más suave, más rápido, e incluso puedes empezar a insultar o dudar antes de hablar.
  • Cambios en la escritura. Te suele resultar cada vez más difícil escribir.

 

Aunque se desconoce la causa o las causas de la enfermedad de Parkinson, aunque varios factores parecen influir, como los siguientes:

Genes. Algunos  investigadores han descubierto que ciertas mutaciones genéticas, muy específicas, pueden ser causantes de la enfermedad de Parkinson. Son poco comunes, a menos que  muchos miembros de la familia posean esta enfermedad.

Desencadenantes ambientales. La exposición a ciertas toxinas o factores ambientales puede aumentar el riesgo de Parkinson en el futuro, pero se trata de un riesgo relativamente menor.

La edad. Los adultos jóvenes rara vez padecen la enfermedad de Parkinson. Suele comenzar en etapas medias o avanzadas de la vida, y el riesgo de que ocurra aumenta con la edad.

Sexo. Los hombres son más propensos a desarrollar la enfermedad de Parkinson que las mujeres.

La enfermedad de Parkinson a menudo viene acompañada de estos problemas:

  • Dificultad para pensar
  • Depresión y cambios emocionales.
  • Problemas para tragar.
  • Problemas para masticar y comer.
  • Problemas para dormir y trastornos del sueño.
  • Problemas con la vejiga.
  • Estreñimiento.

 

A pesar de que la enfermedad de Parkinson como sabemos no tiene cura, existen  medicamentos que podrían mejorar de forma notable los síntomas. A veces, el médico puede sugerir que se le realice una cirugía en determinadas zonas del cerebro y así mejorar los síntomas.

Los cuidados paliativos en pacientes con Parkinson deberán incluir lo siguiente:

De primeras, debe haber una buena comunicación entre el enfermo y el enfermero. Intenten enfocar su atención en palabras claves o establezcan señas con las manos u otros gestos que indiquen las respuestas sí y no a las preguntas. Aunque puede llegar a ser dificultosa, es importante hacer que  la persona enferma exprese sus pensamientos y sus ideas en la medida de lo que pueda.

Brindar ayuda para movilizarse. Las personas en la etapa avanzada de Parkinson a menudo necesitan ayuda para moverse y desplazarse de hecho hay que tener presente que una persona puede necesitar ayuda durante ciertas horas y ser totalmente independiente durante otras. Hay que ayudarles según sea necesario.

Brindar ayuda para comer. Las personas que padecen la enfermedad pueden llegar a presentar mayores dificultades al ingerir alimentos o líquidos.

La higiene dental. Con el fin de prevenir problemas dentales serios y el desarrollo de otras enfermedades, la higiene bucal debe ser una parte importante de la rutina diaria.

El uso del inodoro.

El cuidado de la piel.

En el caso de una caída. Los accidentes pueden suceder cuando menos nos lo esperamos. Por ello, es conveniente planificar con anticipación la mejor forma para ayudar a levantar a la persona que se ha caído. Y para ello se debería consultar con un terapeuta físico para que les enseñe las técnicas adecuadas y más seguras.

Cambios en el pensamiento. No todas las personas desarrollan cambios graves en el pensamiento, pero es importante darse cuenta de estos cambios y adaptarse a ellos.

Como material suplementario, le dejamos un pequeño vídeo sobre una persona que padeció Parkinson de forma muy temprana, es decir, lo que se conoce como Parkinson juvenil.


Para finalizar esta entrada, hemos realizado un pequeño formulario para que lo rellenéis:


    BIBLIOGRAFÍA:













      lunes, 19 de octubre de 2020

      Cuidados paliativos en pacientes con COVID-19.

       

      Antes de adentrarnos en los cuidados paliativos que se prestan a los pacientes que sufren esta enfermedad, es necesario conocer sus síntomas y su forma de transmisión.

      El denominado COVID-19 se trata de una enfermedad infecciosa causada por el virus Sars-CoV-2.  

      Síntomas;

      Sus síntomas se asemejan a los de la gripe, entre los que destacan la fiebre y tos, la disnea, la mialgia y la fatiga. ​No obstante, se pueden llegar a desarrollar patologías muy graves como neumonías, síndromes de dificultad respiratoria aguda, sepsis y choques sépticos. Presenta una mortalidad del 3.75% de los infectados (según la OMS). No existe tratamiento específico; las medidas terapéuticas principales consisten en aliviar los síntomas y mantener las funciones vitales. Es por ello que los cuidados paliativos juegan un papel muy importante en el desenlace de esta enfermedad.

      Transmisión;

      La transmisión de este virus se lleva a cabo mediante micro gotas de Flugge, pequeñas gotas de secreciones (saliva, mocos) que se expulsan de forma inadvertida por la boca y la nariz al realizar funciones tan comunes como pueden ser hablar, estornudar, toser o espirar. Son expulsadas por un portador, con o sin síntomas, y son captadas por otro individuo, ya sea de forma directa o indirecta. El contagio ocurre por medio de su inhalación o por su depósito sobre los objetos y superficies que rodean al emisor, siendo captados por otros individuos que lo recogen del ambiente contaminado.

      CUIDADOS PALIATIVOS

      La enfermedad COVID-19 ha provocado notables pérdidas en los sistemas de salud, además de generar numerosas dificultades para las familias, países y economías. Es sabido por todos que la aparición de este virus ha ocasionado una crisis económica, social, y principalmente sanitaria debido a la falta de recursos, personal y conocimientos.

      Durante esta pandemia mundial ha aumentado sustancialmente la solicitud y demanda de ayuda, principalmente del acceso a cuidados paliativos esenciales. Este tipo de cuidados deben de estar siempre disponibles para los pacientes que los requieran, principalmente para aquellos sin acceso a ventiladores y/o a unidades de cuidados intensivos. Se deben incluir medicamentos para el manejo de los síntomas y para el proceso de sedación en caso de síntomas refractarios. 

      La atención integral paliativa es realizada por medio de la valoración consensuada por parte del médico, enfermero, psicólogo y trabajador social, según las prestaciones por nivel de atención en domicilio y/o establecimientos de salud. 

      Intervenciones que debe desarrollar el equipo de cuidados paliativos a nivel hospitalario en pacientes de COVID-19. 

      ·       Asegurar la comunicación con las familias, métodos de mitigación del sufrimiento, aseguramiento del confort y previsión de las áreas de derivación del paciente.

      ·       Adecuar espacios para pacientes con corta expectativa de vida.

      ·       Uso de la telemedicina, evitando contagios innecesarios de personal sanitario.

      ·       Uso racional de elementos escasos, priorizando éstos para la asistencia de pacientes graves. 

      ·       Mantener a los familiares informados acerca del estado del enfermo.

      ·       Identificar las necesidades específicas de los enfermos relacionadas con cuestiones funerarias. Se debe colaborar con Trabajo Social.

      ·       Apoyar al cuidador en los trámites funerarios (retirada del cuerpo, apoyo psicológico, etc).

      ·       Tras el fallecimiento coordinar con el equipo de cuidados paliativos el seguimiento telefónico de los cuidadores y/o familiares. 

      Manejo NO farmacológico de cuidados paliativos de los síntomas más comunes en un paciente con infección por COVID-19.

      El personal sanitario debe;

      ·       Proporcionar apoyo psicosocial y entrenamiento respiratorio para disminuir la disnea, la ansiedad y el malestar general. 

      ·       Enseñar técnicas de respiración controlada por medio de posicionamiento, respiración con labios fruncidos, etc. 

      ·       El delirio de los pacientes debe ser tratado por el personal, a través de una evaluación de los mismos usando instrumentos de cribado rápido que pueda ser aplicado por el personal sanitario. Posteriormente se debe ayudar a gestionar la causa detonante del delirio. 

      ·       Garantizar una comunicación y una orientación efectivas, además de proporcionar tranquilidad a aquellos pacientes delirantes. 

      ·       Garantizar una adecuada iluminación y evitar a toda costa la movilización de los pacientes.

      ·       Reconducir al paciente evitando inicialmente las contenciones físicas. 

      ·       Tratar la ansiedad, síntoma potencialmente secundario a la disnea, al aislamiento, a la soledad, y al miedo a la muerte. 

      ·       Recurrir al uso de tratamientos farmacológicos en casos graves.  

      ·       Asegurar el confort del paciente.

      ·       Se deben considerar tratamientos complementarios al tratamiento estándar, como pueden ser ejercicios de relajación y/o interconsulta con salud mental. 

      ¡Aquí os dejamos una infografía resumiendo toda la información explicada previamente!